Emma Barrandéguy (1914-2006) se trasladó de su ciudad natal, Gualeguay (Entre Ríos), a Buenos Aires en la década del 30, recibida de maestra normal y con un título de bachiller obtenido en Gualeguaychú. Pronto pasó a ser secretaria privada de Salvadora Onrubia de Botana, con lo que accedió al movido círculo en torno al diario Crítica. Buenos Aires le permitió ampliar sus intereses políticos, canalizar sus experiencias eróticas y profundizar en la lectura y la escritura, pero no suplantó a la provincia, a la que volvía con regularidad. Es precisamente el relato autobiográfico y transgresor de su vida en aquellos años, tal como lo presentó en Habitaciones (Buenos Aires 2002), lo que dio a conocer su nombre en el último período de su vida. Pero no es la prosa sino la poesía, abrevada también en la tensión centro-periferia, la que acompaña el ciclo completo de su existencia: a los cuatro libros de poemas que publicó en vida hay que sumar una vasta producción inédita. El presente volumen acerca al lector la expresión completa de la voz poética de EB, lo que significa un aporte también para el estudioso, que dispone así del entero arco de la producción de la autora.

Irene M. Weiss